EXPERIENCIAS DE JUEGO CON RESPETO.
INFANCIA Y FAMILIAS
Imagen: Mar Padilla Imagen: Arancha Cristo
Siento que la infancia tiene que volver a tener el tiempo y los espacios para jugar
y los adultos preservar y respetar este derecho.
Ya sabemos que mediante el juego, la infancia conoce el mundo que le rodea, investiga, aprende, expresa y sobre todo, ES.
Y es imprescindible para un buen desarrollo de la persona que se den las condiciones óptimas de juego.
Entonces, tenemos el deber como adultos de propiciar y preservar el juego de calidad y calidez,
relaciones seguras, cuidados, espacios de juego, objetos mediadores entre la infancia y su relación con el mundo que le rodea.
LLevo años, mediante
El Hilo Rojo: Infancia y Arte en Juego
disfrutando y llevando propuestas de juego
a distintos espacios, grupos, ayuntamientos, centros escolares, culturales, festivales
experiencias en las que se piensa, se diseña,
se cuida y se dispone tanto el espacio (neutro, limpio visualmente, diáfano, abierto, atractivo),
la propuesta de juego, donde la belleza de lo simple prevalece,
como los objetos, seleccionados para cada propuesta, para cada grupo
pues ya sabemos que el material no estructurado, reciclado, natural
(aquel que devuelve la creatividad y protagonismo a la Infancia)
nos ayuda según el momento vital en el que estemos,
a expresar cómo nos sentimos y cómo queremos relacionarnos con los demás.
Además observo que en estas experiencias de juego,
las familias olvidan un rato sus agobios, silencian sus móviles, "dejan fuera" los milquehaceres,
y conectan con sus criaturas, entran a jugar "recuperando la conexión con su niña interior"
o acompañando el juego desde el respeto y la observación.
"Es un regalo pasar un tiempo juntas, jugando", comenta la mayoría.